Y aquí estoy, nuevamente solo en este vagón de tren, pero extrañamente acompañado por un cuaderno blanco que sigue sostenido entre mis manos, el cual acaricio dubitativamente mientras una idea queda suspendida en el aire a modo de revelación ecuánime que serenamente va apoderándose de mi mente y volviéndose cada vez más resistente a abandonarme, y es la idea de todos los esfuerzos por olvidar cierto pasado de mi vida, de todo el tiempo perdido en busca de la fórmula selectiva, del bloqueo de etapas, creyendo inocentemente que ello me iba a llevar a la superación de dolores, sufrimientos y traumas que revestían un yo interior que se rebelaba con fuerza contra toda aquella fuerza de destrucción de uno mismo. Pero ahora que el viejo ya no estaba, que las imágenes revividas en escasos instantes me habían llevado de nuevo al punto de partida, que habían desbloqueado por así decirlo todo aquello que ya creía olvidado, ahora me doy cuenta de con qué facilidad un ser extraño había echado abajo todos mis muros construidos a base de años de negación, de luchas bajo la tormenta, de puertas que se habían cerrado protegidas por el miedo, al amparo de falsas seguridades, y de metas utópicas y demasiado ambiciosas, tan idealizadas como inalcanzables, y es por ello que había estado tanto tiempo en aquella cuidad dormida, en aquella aparente calma que me ocultaba el universo entero. Fueron tantas las horas intentando en vano huir de aquel pasado que había olvidado escribir mi presente, mientras vivía de todo aquello que me hacía sufrir.

Ahora mismo, unas ganas irrefrenables de escribir se apoderan de mí, como ser animal de instintos naturales, busco y rebusco, entre mi modesta bolsa de equipaje algo con lo que empezar a rellenar aquel extraño cuaderno, pero desgraciadamente las herramientas anteriores también habían desaparecido, era impensable que yo no hubiera metido ni un mísero bolígrafo en mi bolsa. Por primera vez me levanto de aquel mi asiento, para rebuscar entre todo el vagón, algo con lo que escribir, pero todo absolutamente todo está vacío, neutro, como si el tiempo estuviese detenido, ni un murmullo, ni un eco, ni tan siquiera la mágica voz del silencio que tanto me había acompañado y que había aprendido a descubrir, hasta la soledad me había abandonado.
Desesperado quiero acceder a otros vagones, por primera vez en mucho tiempo tengo la necesidad de vida compartida, de relaciones interpersonales, de esencia comunitaria.

Contrariado compruebo que no hay más vagones, ni siquiera maquinista que haga movilizar a aquel tren, y desespero queriendo encontrar algo o alguien que no acabo de materializar, pero todo a mi alrededor me devuelve el eco de la nada en la que yo me he convertido.

Vuelvo a mi asiento inquieto, pensando en cómo escribir el presente sin tan siquiera una herramienta básica para hacerlo. Intento calmar la voz que susurra en mi interior que ahora grita con más fuerza que nunca, y no es solamente el tiempo perdido en borrar el pasado ajeno al presente, aún me da más pavor descubrir que yo mismo, fui quien desechó ese presente, creyéndome superior a él sin apenas pararme a descubrir lo que me ofrecía. Ahora todo lo mezquino de mi mismo se había apoderado de mí, me hacía ver con mayor claridad, con una objetividad que por primera vez había derrocado a la propia subjetividad, en la cual me había amparado desde siempre.

Y ya no sé si estoy en el punto de partida, en el punto final, o en un punto y aparte, en este viaje inflexivo que me hace enfrentarme a los cimientos que tanto había tratado de ocultar, aquellos que creía superados pero que una vez más golpean mi cuerpo atrofiado, mi alma atormentada, y hacen que comprenda que jamás los traspasé, sólo salté por encima de ellos cayendo en cada salto en un tramo de vida, sin haber construido el anterior. Y es así como mi vida ahora se compone de meras lagunas, de vagos recuerdos que hacen que todo se torne hostil y desagradable, que no me ofrecen ni la mínima sensación de haber hecho algo productivo con todos ellos. Me pregunto cómo pude querer destruir aquellos cimientos, ¿acaso puede un edificio mantenerse en pie sin ellos? Su importancia radica en ser los pilares que sostengan la estructura entera, pero la debilidad o fortaleza de los mismos depende del constructor. Soy yo mismo el que tiene que elegir a partir de esos cimientos cómo concluirá la obra, no es algo que se pueda dejar en manos del azar o terceras personas, es el momento de la acción, mi gran momento. Pero me desaliento al instante de pronunciar aquella frase en mi mente, ¿cómo reescribir nada si no tengo con qué?

Un extraño viento recorre todo el vagón arrancando de mis manos el nuevo cuaderno, escupiéndolo al suelo a varios metros de mí, haciendo que sus hojas revoloteen y que alguna de ellas se desprenda. Ese mismo viento trae hasta mis pies un extraño calendario, el cual recuerdo haber visto colgado en mi habitación, aquella madriguera que habitaba en la Cuidad Dormida. Del almanaque van desprendiéndose todos los meses uno a uno, pasando por años enteros, parece no tener fin, mientras sus hojas van esparciéndose por todo el vagón, algunas en el suelo, otras en los asientos, y una, sólo una, la del día exacto en el que me encuentro queda pegada en la ventanilla junto a mi asiento. Intento resguardarme inútilmente del viento huracanado que azota mi cuerpo, cada vez es más intenso, y poco a poco, como cobrando vida propia va despojándome de mis ropas hasta dejarme completamente desnudo y semiinconsciente.
Ruth: 12/02/10

12 beduinos en el desierto:

Asombroso, Excelente, Ruth,...me encanta leer tus Relatos Continuados, porque son excitantes sin duda y dejan con la impaciencia de leer el capítulo siguiente...
Un Abrazo

siempre supe que encontrarias la alcantarilla, y eso dice mucho...en serio, ya va siendo hora que me creas. ^^ y para terminar una palabra nueva de mi diccionario jummmmm!! xD

¡Diós mío, Ruth! ¡Qué imaginación! Y no lo digo por las reflexiones, que no pueden más que fruto de tu propio meditar. No. Lo digo por ese hilarlas en un argumento tan coherente y enriquecedor.

Lo pienso y yo no sería capaz. Me tienes que contar tu secreto, aunque creo que no servirá para nada, pues témome que no valgo para ello.

Hoy, además de un gran abrazo, te dejo mi admiración.

Pero esperemos al siguiente capítulo...

Muchísimas gracias Mariaje, y mil gracias infinitas por tu fidelidad a mis escritos.

Que tengas un feliz domingo.

Besos.

Gracias Leinad, no sé si es una alcantarilla o un socabón, pero sin duda una vía de escape sí que es.

Por cierto, tu Jummmm pensante me sigue recordando a un muñecote de ciencia fincción ¿Hulc? jejeje.

Besitos.

Muchisimas Gracias a Tí Ruht por tu Amistad y pasa por mi blog Impresiones, la ultima entrada está dedicada a todos los Amigos y todas las Amigas...
Besos y Feliz Domingo

Querido Suri, gracias por tus hermosas palabras, y por tu presencia constante en mi vida.

Desde luego que puedes hacerlo no igual, sino mucho mejor, porque tu pluma es mucho más delicada, suave, sutil que la mía, sólo es cuestión de intentarlo, no hay más secretos, probar y probar, pero me da que tú eres tan racional que no dejas a tu imaginación volar, dale alas y verás como no deja de sorprenderte tu propia imaginación.

Recibe un beso muy grande.

Gracias Mariaje por esa entrada que nos regalas tan sincera como profunda.

Feliz día del Amor y de la Amistad, y descansas en este día de tregua que te has dado, aunque sólo sea por salud mental jeje.

Besos.

Desasosegante, inquietante, trepidante. brillante. Me gusta esa imaginación que vas desgranando.
un beso

Gracias Diego por este inmerecido elogio, pero que aún así tanto agradezco.

Besos.

El viento se llevó su herramienta,
él estaba solo en el vagón,
miraba alrededor...,
pero no encontraba a nadie
que le pudiera facilitar
la herramienta que necesitaba para trabajar.
Luego vinó el viento y se llevó
el papel donde escribir,
lo dejó, solo y mirando
como volaba la hoja,
la única que le quedaba
para escribir en su soledad.

Hola, Ruth, me ha encantado tanto tu entrada, que me ha inspirado esta pequeña poesía, te la dejo, a ver si te gusta, guapa.
Un beso muy fuerte, que tengas una feliz semana.

Querida Demófila, gracias por regalarme esta poesía que enriquece mi texto.

Me encanta verte por aquí.

Besos.

Si no me vas a leer no hace falta que te pongas en la lista...

Datos personales

Mi foto
Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea, es mejor que no pensar....... HIPATIA DE ALEJANDRIA

GRACIAS JOSE ALFONSO

A Ruth Carlino (Viajando al desierto) .6 de Septiembre .Festividad de Ntra. Sra. de las Viñas .

"Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Se paga al nacer, peaje
y todo es peregrinaje,
cada cual con su bagaje
en pos del cierto accidente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Trenet de feria es la vida.
Bien a la vuelta o en la ida,
sobre raíles se olvida
que no es cierto lo aparente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Llega el otro y marcha el uno.
El de acá es más oportunoque el de allá,
no habiendo alguno.
Todo igual es diferente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Quién soy yo; por dónde voy;
cuál será mi destino hoy,
me pregunto, por qué estoy
si al estar, vivo en pendiente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente".

Jose Alfonso.
http://callejadelahoguera.blogspot.com/