Nuestra caminata aunque corta está llena de matices que no escapan a la mirada profunda, que hacen que se percate de aquello que late alrededor y que tiene vida propia. Alrededor nuestro encontramos muchas personas que reparten folletos de publicidad, yo las ignoro, no les presto atención, la mirada profunda no se activa en ese preciso insntante, anda demasiado ocupada atendiendo la conversación y procurando que no la aroye un coche; en cambio él alarga la mano siempre que le ofrecen un folleto, sonríe e incluso da las gracias, acumulando tres o cuatro en la mano que sin tan siquiera echarles un vistazo, arroja en la primera papelera que encontramos en nuestro camino.
Esta vez la mirada profunda sí se percata de aquel gesto; le mira interrógativamente, ¿porque los cojerá si no le interesan?, - le interpela, le inquiere-.
Y su respuesta, una vez más, es una lección de la vida cotidiana y del día a día: "es su trabajo, si nosotros no les cogiéramos los folletos no terminarían de repartirlos, y ellos cobran por cada folleto que reparten, y a nosotros no nos cuesta nada extender la mano".
Una lección de empatía, de ponerse en el lugar de esas tantas personas que trabajan en la calle repartiendo propaganda, o en cualquier otro oficio; lidiando con los factores climáticos, expuestos a todas nuestras reacciones, a nuestros estados de ánimo, a nuestras prisas y en la mayoría de casos a nuestro desprecio y a nuestra falta de atención. Y una lección de la importancia de un gesto tan sencillo, como extender la mano.
4 beduinos en el desierto:
Empatía, simpatía, solidaridad... Generosidad, altruísmo... Reciprocidad, egoísmo...
El motivo no importa si el acto genera un bien...
Detalles... la vida...
Un gran abrazo.
Quedan pocos locos.
Benditos locos.
Internos y olvidados en la indiferencia de los cuerdos.
Pobres locos; desgraciados locos, obstinados locos. ¿Quién puede sentir la obra o dialogar con ella?
Solo un loco temeroso que no ha entendido aun de que va esto.
Falaz, pero hermosa, locura o realidad no percibida.
Qué sabemos
Otro gran abrazo para ti Suri, gracias por seguir vagando por este desierto.
Besos.
Ayyyyyyyyyyyy Bernardo, locos y más locos. Pues sí, quizá estemos todos un poco locos, pero esa locura da mayor plenitud a nuestras vidas.
¿Te unes al club de los locos autoreconocidos?
Saludos.
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