Suenan las campanas con su tétrica marcha fúnebre en este día gris y húmedo. La llovizna quiso acompañarte en este último paseo por las calles de tu ciudad. Crees haber andado toda la noche pidiendo auxilio, crees haber haber escapado de tu peor pesadilla, crees que no estás muerto sólo porque no viste túnel ni luz alguna, ni nada que se asemejara a aquellas patrañas que te contaron aquellos que jamás vislumbraron el autentico rostro de la muerte. Sigues empapado de sangre y con esa mueca de pánico desdibujada, sigues con los ojos en blanco y con esa sobredosis de ansiedad que las circunstancias te inyectaron vena a vena, pero sigues ahí, observándolo todo, mirando con incredulidad cada paso de aquellos que con tristeza te acompañan. Oyes los gemidos desgarrados de tu madre, emitidos desde las entrañas, retorciendo el cordón umbilical de aquella que te dio la vida; puedes oírlos de manera tan brutal que se te clavan en la sien como cuchillos afilados golpeando cada uno de tus poros. Pululas muy atrás de la comitiva, como queriendo dejar espacio, como intentando desvincularte de ella, como si aquello no fuera contigo; siempre te gustaron los protagonismos y ahora huyes de la escena rezando a un dios que siempre ignoraste, rogándole que termine cuanto antes esta pesadilla real que tú mismo diseñaste.

Cuatro rosas negras sobre tu ataúd barnizado, cuatro lágrimas serenas se depositan en cada una de ellas mientras la suave llovizna enfurece derramando desde lo alto todo un torrente de suspiros amargos. Resbalan recorriendo todo el féretro las gotas, dejando tras de sí regueros que se hacen camino hasta calar tus huesos.

Una fuerza centrífuga parece absorberlo todo; das vueltas a velocidad de vértigo mientras la escena se va haciendo cada vez más pequeña, más diminuta, más lejana en el tiempo y en el espacio. Te desintegras colisionando contra un cosmos que parece haber dejado de estar hecho a tu medida. Sales disparado estallando en mil pedazos, fundiéndote con la lluvia que moja la tierra, que empapa tu rostro, que muere contigo.

Cuán diferentes podrían haber sido las cosas si aquella noche tu afán de protagonismo y esa estúpida sensación de sentirte por encima de las normas te hubiesen abandonado. Si no te hubieses tomado aquella copa de más, si aquel nefasto vaso de tubo goteante se hubiese desintegrado con el frágil contacto de tus labios. Pero esa madrugada no llevabas el as ganador bajo la manga de la blanca americana y esa suerte de la que tanto alardeabas te abandonó justo cuando más la necesitabas. Y ahora mírate, tirado en esa cuneta bajo un amasijo de hierros; esos mismos hierros que componían tu joya más preciada ahora convertidos en vil chatarra son los que te aprisionan en esta noche húmeda y solitaria. Tu mente en semi-blanco, te hace escuchar los ecos de aquellas voces amigas que te insistían en que pararas de beber, aquellas mismas voces que te aconsejaban dejar el coche, dar un paseo hasta la parada de metro, acompañarte a casa....... Podrías haber tomado tantas decisiones que hubiesen alterado el curso de las cosas, y justo fuiste a tomar todas las equivocadas.

Sí, tienes razón, podría esa curva no haber sido tan cerrada, podría haberte socorrido alguien, podrías haber controlado el vehículo antes de salir despedido de la calzada, podrían haber pasado tantas otras cosas, pero irremediablemente no sucedieron, se fueron desencadenando aquellas que justamente habías menospreciado, aquellas que era primordial haber evitado, y que una vez más desafiaste y esta vez te tocó perder en la partida más importante: la de la vida.
Y ahora que mueres lentamente, que todo tu organismo se va apagando, que se congela el mundo ante tus ojos, que sientes este frío húmedo apoderarse de tus huesos; ahora que el hedor a sangre impregna todo tu espacio recorriendo a su antojo tus fosas nasales y haciendo que las náuseas te convulsionen; ahora empiezas a darte cuenta de la crudeza con la que golpea destino, de lo efímero del tiempo, de los momentos dejados caer en el olvido sin apenas vivirlos, sin exprimirlos, sin sentirlos, de un plumazo lo perdiste todo, en un mísero instante. Se evaporan en el aire los amaneceres que en los que ya no despertarás, la puesta de sol que nunca te emocionará, las estrellas que no te deslumbrarán, los besos que tu amor jamás te podrá dar, la risa de los hijos que nunca tendrás.
Y ahora dime ¿mereció la pena perder tanto en tan poco tiempo?.........







Ruth: 26/6/10
Imagen: Getty Images


Era un sueño, una fantasía, un mundo inmenso que con belleza se dibujaba.
Era potente energía, de la que lo absorbe todo, de la que te llena y de la que te arrastra.
Era locura improvisada, con hilos de ternura hilvanada.
Era fuego incesante, luz dorada, manantial de agua fresca en medio de tierra árida;
era el todo que cubría la nada, mi nada...

Fue un instante, un eclipse, un suspiro en mi garganta, fue la presa desbocada,
la inocente lujuria desenfrenada.
Fue pasión y celo apenas contenidos, huracán de sentimientos en busca de abrigo,
elegante fragancia que impregna los sentidos; melodía celestial de suaves gemidos;
a intervalos, gotas de sudor resbalando por cuerpos fundidos.

Es estrella fugaz que surca el firmamento, anhelante libertad que clama al olvido,
noche de éxodo en el ocaso tardío, diluvio universal tristemente vencido.
Es huella de terreno baldío, caballito de mar surcando paraísos.
Es simplemente, aquello que jamás pude haber tenido.



Llegó la primavera cogida de tu mano, a este otoño tardío. Y como torbellino hizo germinar las más hermosas flores, donde antes sólo había árboles desnudos llorando hojas secas que crujían ante cada una de mis pisadas profundas y cansadas. Llegó tu inocencia cubierta de pena y mi corazón se volvió refugio, para abrazarte, para sentirte, para convertirse en morada de tus días grises. Llegó el color y la fragancia a este jardín de tonalidades ocres, que palpitaba tenuemente en los brazos del abandono...


Fugazmente pasó por nuestras vidas un hermoso verano, lleno de sueños que dibujamos bajo un cielo estrellado, lleno de vida renovada que volvía a tener significado, lleno de esperanzas que despertaron tras el largo letargo que hacían que ese músculo abandonado volviera a latir con fuerza resurgiendo apasionado...


Casi inesperado llegó el revuelto otoño, con turbulencias y huracanes que hacían tambalearlo todo, mostrándome tu rostro enfermo cubierto de barro, sintiendo tus arañazos clavarse en lo más hondo, sumergiéndome en medio de una neblina gris, tratando de esquivar todos tus golpes bajos...


Desapareciste dejando el invierno tras tus pasos, ese invierno frío y tenebroso en el que ahora me hallo inmerso, donde la helada ya lo cubrió todo, donde tus huellas tenuemente se van difuminando. El color quedó congelado y frágilmente se va a pagando...



Ruth: 13/6/10
Imagen: Getty Images

NO TE VAYAS.......


Miquel es la persona que me mantuvo en vela anoche hasta cerca de las dos de la madrugada en Rne, desgranando una historia que merece ser contada y que merece ser escuchada; una historia que habla de esas personas que conviven con nosotros, pero que no tienen la suerte de tener una vida "normalizada" como la que puedes tener tú o puedo tener yo. Con toda la naturalidad del mundo y sin avergonzarse de esa etapa de su vida, nos acerca una realidad que aunque la veamos a pie de calle la tenemos completamente ignorada. En muchas ocasiones, con mayor o menor fortuna, mirando desde el otro lado, hemos intentado descifrar sus historias, como malviven o que es lo que piensan, pero en muy pocas ocasiones son ellos mismos los que nos cuentan su propia historia, los sentimientos desgarradores que atenazan su alma, sus luchas internas y eternas por sobrevivir en medio de la nada y el desasosiego de sentirse completamente abandonado.
Como digo, una historia que en boca de Miquel toma vida propia, que se impregna de esperanza cuando consigue salir de ese pozo gracias a la FUNDACIÓ ARRELS, (de mis queridos Enrique y Gabriel, que tuve el honor de conocerlos en este blog hace unos meses y que mantienen su blog Con Cartones por la Calle). Esta historia también es un llamado a la reflexión y a nuestra autoconciencia que desde su blog, Miquel trata de sacudir. En definitiva, una historia que no te dejará indiferente.



Ruth: 2/6/10
Imagen: Miquel Fuster.

Si no me vas a leer no hace falta que te pongas en la lista...

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Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea, es mejor que no pensar....... HIPATIA DE ALEJANDRIA

GRACIAS JOSE ALFONSO

A Ruth Carlino (Viajando al desierto) .6 de Septiembre .Festividad de Ntra. Sra. de las Viñas .

"Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Se paga al nacer, peaje
y todo es peregrinaje,
cada cual con su bagaje
en pos del cierto accidente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Trenet de feria es la vida.
Bien a la vuelta o en la ida,
sobre raíles se olvida
que no es cierto lo aparente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Llega el otro y marcha el uno.
El de acá es más oportunoque el de allá,
no habiendo alguno.
Todo igual es diferente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Quién soy yo; por dónde voy;
cuál será mi destino hoy,
me pregunto, por qué estoy
si al estar, vivo en pendiente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente".

Jose Alfonso.
http://callejadelahoguera.blogspot.com/