Entre railes te asomas para morir en las entrañas de la tierra que abre su boca negra para abserber la volatil velocidad para la que fuiste engendrado. Suave te deslizas, moviéndote en los submundos de personas que con deseo te buscan, corren tras de ti, van a tu encuentro. Tú que no distingues razas ni sexos, que absorbes culturas, que te envuelves con ese extraño perfume llamado humanidad. Tú que como madre parturienta te desgarras en lo interno de la tierra, dando a luz el espacio compartido hasta el último milímetro, envolviendo tras de ti cada suspiro, cada anhelo, cada sueño, cada historia de aquellos que se acercan a tus míseras estancias, muriendo en sus rutinas y en sus surrealismos y a la vez dándote la vida que te caracteriza.

Manchada queda tu piel, untada tu barra de stripper, desgarrados tus ojos trasparentes y cristalinos de vahos ajenos y de historias contempladas. Grafitis adornan extrañamente tu recorrido por las entrañas de la gran ciudad que sigue latiendo más adentro que afuera.

Personas y más personas, que vienen que van, que suben que bajan; anónimos seres que se cruzan y chocan entre sí, que sin conocerse se reconocen y que comparten su espacio vital única y exclusivamente gracias a ti; metro que vienes y vas, uniendo puntos en la lejanía de la visceralidad.


Contágiame de tus historias, acércame a todos esos mundos que te engendran, que te poseen, que te aprisionan, que te llenan y te vacían, de cada cual que deja su humilde huella sobre ti; transpórtame con la mirada hasta envolverme de humanidad, hasta sentir al otro, hasta quebrar la frágil linea que separa el mundo que comparto con quienes respiran a mi lado, en un asiento o de pie, aquí donde obligatoriamente invades el espacio íntimo y personal de cada persona sin previo aviso, sin necesidad de pedir permiso, y sin estar mal visto. Veo incomodarse a muchos pasajeros, a mí me pasa lo mismo, pero más allá de lo más o menos cómodo del trayecto, encuentro en tus vagones una extraña unión de seres humanos con sus distintos universos, absortos en sus mundos. Y yo sigo contemplándolos con los ojos que envuelven la novedad, a pesar de haberme adentrado tantas otras veces en este tu extraño universo de vías y caminos de hierro bajo tierra, que me traen y me llevan.

21 beduinos en el desierto:

¡Ya era hora bonita...!

Me ha gustado mucho tu post, agridulce. Pero me ha gustdo por dos razones. La primera, por la calidad suprema de esa prosa que desmenuza la realidad con maestría. La segunda, por esa instinto tan familiar de abosrber todo lo humano, hasta reventar los pulmones.

Estás alimentando a un gran ser humano. Tiempo al tiempo...

Un gran abrazo y me alegro de tu regreso.

Todo medio de transporte público tiene algo. El metro me trae muchos recuerdos de mis años de trabajo en Barcelona, mis madrugones, y mis libros...Había un libro para el metro. Me cansé de ver ojos ojerosos y somnolientos.
Bésix

Me encanta como le sacas vida a las cosas cotidianas.

Un abrazo amiga.

También yo Me Alegro de tu Retorno, y espero que hayas descansado Mucho; Me gusta Mucho esta Entrada sobre el Metro, ese absorber humanidad, conocer las idas y venidas, subidas y bajadas de los viajantes, conocer las Tristezas y Alegrias, Sinsabores de quienes utilizan el Metro para desplazarse y esa posibilidad de Encuentro y de Conocerse...aunque en ocasiones también sea escenario de situaciones dramáticas: Muerte de Carlos Palomino, Agresión a una Chica Ecuatoriana...¡una Pena que el Vehículo que puede servir para Encontrarse y Mezclarse a veces se utilice para Desencontrarse...!. Una Entrada Rica en Matices y Experiencias...Enhorabuena Ruth
Un Abrazo y Besos

Bienvenida, se ve que has vuelto inspirada de tus vacaciones.
¡Qué profundidad!, la vida es amarga y triste, tu lo has descrito muy bien.
Todos los seres humanos del universo somos distintos,pero en este bonito mundo que compartimos, en nuestros blogs, somos todos uno.
A mí me sorprendió lo que encontré aquí cuando comencé a escribir, pero he encontrado muy buenos amigos, como tú.
Besos, guapa, te has superado, eres fantastica escribiendo.

Mi querido Suri, pues ya ves, que si llega a ser por mí casi que ni vuelvo jijiji.

Gracias por esas palabras que me dedicas y que sé que haces de todo corazón.

Besos.

Uyyyyyyyy Calvarián, te cansaste de ver??? eso es mala cosa; Hay que mirar y ver y dejarse absorver por la mirada absorvedora-informativa; Esta es mi última paranoia, la de clasificar las miradas profundas, no me hagáis mucho caso que yo me suelo dejar llevar por mi locura intrínseca.

Besos para ti y para "insistión", ese Jesu, que todos llevamos dentro.

Brisa ya tu sabes (suena a cubano?, que a mi me cautivan las cosas cotidianas, es la única forma que tengo de no dejar que caigan en la monotonía ni en la rutina, la de sacarles partido siempre.

Besos amiga.

Gracias Mariaje, bonito recuerdo el que nos dejas, sencillo homenaje a esas y a tantas otras víctimas que perecieron o fueron agredidas en el metro.

Besos.

Gracias Demófila por tus palabras, creo que me leeis con demasiados buenos ojos, pero saben siempre dulces estos comentarios, mil gracias.

Besos.

Hola Ruth!!

Me alegro de verte, sobre todo a bordo de este tren de tan profundo recorrido.

Un beso.

Gracias Adelaida, aquí estamos nuevamente tomando rutinas.

Besos.

Y subeté a un nuevo transporte, narrador de historias... Cuanto echo de menos yo el tren

Hola, nuevamente vengo a visitarte.
Perdona, en cierto modo no estoy de acuerdo contigo, yo creo que los recuerdos siempre están con nosotros, y no debemos desprendernos de ellos, es una experiencia de nuestra vida, que no has preparado para vivirla.
No te comas tanto el coco, hay que vivir el día a día, todo lo felices que podamos.
Un fuerte beso, hasta la próxima vez que nos comentemos, encanto.

Querida Demófila, sólo era una paranoia mía, en ningún momento dije que los recuerdos fuesen malos, sólo me preguntaba sobre ellos. No puedo evitar vivir sin comerme el coco, sin mis cotidianas y extrañas reflexiones, a veces es más cómodo no pensar tanto, pero será que a mí me gusta complicarme la vida o que yo le encientro más significado a la misma comiéndome el coco.

Besos guapa!!!!!!!!!

Mi querido cazador de historias, recuerda que en cualquier lugar hay una historia digna de ser contada, tú de esto ya debes entender no???

Gracias por nuestras charlas y por eso proyecto loco, que espero consigamos darle forma.

Besos.

Creo que historias hay miles en todos los lados, lo dificil es descubrirlas con todos los detalles, y darnos cuenta de los dignas, los grandiosas, y lo que nos puede aportar. Besos.
*Creo que en tu caso tienes facilidad para verlas, al igual que quién ve un fantasma, solo creo que te falta interiorizar al completo lo cazado, sea lo que sea.

Aún así seguimos trabajando ambos no? jejeje un beso, y que se preparen, porque cuando vean lo que estamos creando sus vidas serán diferente

Y que inmenso placer es mirar a las personas a pesar de las barreras y sentir su vida, imaginarla, verla, con todo lo que hay, con todo lo que llevan. Qué placer estar con ellas.
Un placer leerte de nuevo, Ruth.
Un beso

Lo tendré en cuenta Leinad. Sí seguimos con nuestras historias, a ver que salen, aunque creo que tú tienes más fe que yo.

Besos guapo.

Gracias Diego, siempre es un placer que un escritor como tú aprecie mis letras.

Besos.

Si no me vas a leer no hace falta que te pongas en la lista...

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Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea, es mejor que no pensar....... HIPATIA DE ALEJANDRIA

GRACIAS JOSE ALFONSO

A Ruth Carlino (Viajando al desierto) .6 de Septiembre .Festividad de Ntra. Sra. de las Viñas .

"Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Se paga al nacer, peaje
y todo es peregrinaje,
cada cual con su bagaje
en pos del cierto accidente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Trenet de feria es la vida.
Bien a la vuelta o en la ida,
sobre raíles se olvida
que no es cierto lo aparente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Llega el otro y marcha el uno.
El de acá es más oportunoque el de allá,
no habiendo alguno.
Todo igual es diferente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Quién soy yo; por dónde voy;
cuál será mi destino hoy,
me pregunto, por qué estoy
si al estar, vivo en pendiente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente".

Jose Alfonso.
http://callejadelahoguera.blogspot.com/