AÑO 2050

Despertó, pues el frío hacía incomoda su estancia allí. Los parpados algo pegados por la somnolencia intentaron abrirse lentamente, pero solo recibieron oscuridad envuelta en neblina y un pequeño brillo de luz que se perdía a lo lejos. Su espalda estaba húmeda, y algo viscoso se desprendía de ella. Con sus manos acarició el suelo haciendo resbalar lo que parecía arena; la manoseó durante breves instantes preguntándose qué era aquel lugar, dónde se encontraba realmente, ya que aquella no parecía ni por asomo su habitación, y desde luego no sentía haber dormido sobre su colchón de viscolatex. Todo él, reclamaba una ducha en su adorable jacuzzi, ya que se sentía extraño en su propio cuerpo. A tientas buscó el interruptor de la luz pero no lo halló, incluso llegó a golpearse la cabeza contra un techo rocoso que no recordaba fuera tan bajo. Por fin divisó aquella luz que entraba por una ranura y consiguió salir para ser deslumbrado por la luz del sol, que hizo que volviera a cerrar los ojos de inmediato. Tardó un instante en acostumbrarse a la potente luz, y para su asombro se encontraba delante de una inmensa playa y tras de sí, la minúscula cueva en la que había pasado la noche. Fue entonces cuando empezó a mirarse a sí mismo y la visión le produjo una sensación de angustia y de mareo que no cesaba, sino todo lo contrario, iba en aumento a medida que sus ojos iban contemplando aquel nuevo “yo”, en el que parecía que se había convertido. Cayó de rodillas sobre la arena mirando con incredulidad sus temblorosas manos peludas. De sus dedos largas pezuñas amenazantes le invitaban a no seguir mirando. Las palmas de sus manos, antes suaves y bien cuidadas, ahora habían oscurecido hasta convertirse en rudas palmas negras agrietadas. No entendía aquello ni la metamorfosis sufrida mientras seguía escrudiñando su cuerpo, sus piernas recubiertas de pelaje marrón oscuro, sus facciones totalmente desfiguradas. Con espanto y horror emitió lo que esperaba fuera un grito de desesperación, pero de su garganta salió un rugido animal que resonó con fuerza. Pensó que aquello solo era una pesadilla, que tenía que despertar pronto, y salió corriendo dirección al mar para ver si el agua espabilaba su cuerpo y lo hacía volver a su cómoda realidad. Al llegar a la orilla y sumergirse sólo encontró reflejado en el agua su rostro, el rostro del Hommo Erectus.
Al salir de nuevo a la superficie, grabado sobre la arena podía leerse:

“AÑO 2050: TODOS MONOS OTRA VEZ”.

6 beduinos en el desierto:

¿Tu crees que llegaremos al año 2050 sin convertirnos antes en monos... o en sombras... o en ceniza...? Tal vez, ya somos monos, aunque tengamos nuestro acicalado aspecto. O, tal vez, nunca hemos dejado de ser unos jodidos monos fanfarrones y egoistas...

En fin, tu excelente relato ha conseguido sacar mi vena más crítica. Aunque podría haber sacado la humorística...

Un gran abrazo, mi querida amiga.

Hola, me ha encantado tu Relato, es Impresionante lo bien que escribes; francamente yo espero que aún tengamos tiempo de cambiar nuestra Actitud con el Mundo, con las Personas y con la Naturaleza...que seamos más Civilizados, porque de seguir como ahora no sé yo si quedará algo ni si quedaremos alguno/a para ver lo que ocurre en 2050.
Un Abrazo y Besitos Amiga Ruht

Sí querido Suri sin menospreciar a la raza animal que nos precede, la cuál demuestra más humnidad que algunos seres humanos, la verdad es que yo veo el panorama más o menos así.

Has dicho algo que me ha encantado, es verdad Suri, igual ya hay algunos que han alcanzado dicha condición, la de monos, interiormente, aunque por fuera sigan pareciendo humanos, jajaja.

Besos.

Querida Mariaje, gracias por tus halagos, seguramente inmerecidos, porque aún me queda mucho que probar y mucho por escribir para llegar a tal consideración.

Mi teoría es muy sencilla: si cada vez me encuentro más casos de personas deshumanizadas, si perdemos esas condición de humanos, ¿qué seremos?, pues lo que éramos antes de ser humanos, osea monos. No hay más.

Gracias por pasarte por aquí, besos.

Bueno Ruth,al comenzar a leer,me parecía sumergirme en La Metamorfosis de Kafka,pero luego tras leer el final,me vino a la mente esa película de Charlton,en la que los humanos que quedaban,eran los monos y viceversa...
No recuerdo ahora el nombre de tan famosa película,la verdad.
Creo que un poco monos ya somos,sin menospreciar a estos animales.Creo que en muchos aspectos vamos retrocediendo,hasta ese paso difuso en el tiempo en el que nos hicimos erectos...
Muy buen relato.
Besos.

Gracias Marinel.

La verdad es que esas pelicúlas de ciencia y ficción, a veces dan en el clavo, algunas para bien y otras para mal.

Quizá con un poco de suerte lleguemos a ver qué pasa en el
2050, tampoco queda tanto ¿no?

Besitos, y gracias por pasarte.

Si no me vas a leer no hace falta que te pongas en la lista...

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Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea, es mejor que no pensar....... HIPATIA DE ALEJANDRIA

GRACIAS JOSE ALFONSO

A Ruth Carlino (Viajando al desierto) .6 de Septiembre .Festividad de Ntra. Sra. de las Viñas .

"Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Se paga al nacer, peaje
y todo es peregrinaje,
cada cual con su bagaje
en pos del cierto accidente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Trenet de feria es la vida.
Bien a la vuelta o en la ida,
sobre raíles se olvida
que no es cierto lo aparente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Llega el otro y marcha el uno.
El de acá es más oportunoque el de allá,
no habiendo alguno.
Todo igual es diferente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente.

Quién soy yo; por dónde voy;
cuál será mi destino hoy,
me pregunto, por qué estoy
si al estar, vivo en pendiente.

Percibo que, de repente,
conmigo viaja la gente".

Jose Alfonso.
http://callejadelahoguera.blogspot.com/